La cirugía reconstructiva mamaria sí puede hacerse después de una quimioterapia o radioterapia, en pacientes que se le ha hecho una extirpación de la mama producto de un cáncer.
Las características de la paciente asociados a sus hábitos corporales, procedimientos quirúrgicos previos y otras condiciones físicas influyen en las técnicas que deben aplicarse en cada caso.
A la hora de tomar alguna decisión para hacer una reconstrucción mamaria después de una quimioterapia, los expertos de Dr. Sesma, analizan detalladamente las consecuencias y posibles resultados de este procedimiento.
Se deben considerar además los resultados de todos los estudios clínicos, así como las variantes cosméticas y las complicaciones que pudieran surgir.
Las evidencias clínicas sugieren que los éxitos de esta intervención quirúrgica pueden variar considerablemente dependiendo de la técnica y además, las posibilidades de complicación son sustanciales. Las pacientes que requieren quimio o radioterapia postmastectomía son más vulnerables a las complicaciones de una reconstrucción mamaria.
Sin embargo, en la clínica Dr. Sesma con sedes en Barcelona y Zaragoza, contamos con los mejores especialistas en estas intervenciones quirúrgicas, los cuales ayudan significativamente a que la mama pueda verse y sentirse lo mejor posible.
Hay tres momentos para hacer una reconstrucción mamaria después de una quimioterapia:
El momento adecuado para la reconstrucción mamaria sigue siendo uno de los más debatido en las investigaciones sobre reconstrucción después de una quimioterapia.
Debe considerarse la importancia que tiene que el equipo médico en su totalidad, compuesto por el cirujano especialista, cirujano plástico, oncólogo especialista, anestesiólogo y cualquier otro profesional de la salud que sea necesario, se reúna para analizar cada caso en particular.
Este grupo de especialistas debe reunirse antes de tomar la decisión sobre la mastectomía y posterior reconstrucción y en consenso elegir cuál es el procedimiento adecuado.
Algunos estudios han arrojado consistentes conclusiones en cuanto a que los tratamientos de quimio o radioterapia aumentan el riesgo de complicaciones, tanto en las pacientes que reciben implantes mamarios, como en aquellas sometidas a reconstrucción autóloga.
Se denominan técnicas autólogas de reconstrucción mamaria aquellas en las que se emplean tejidos de la propia paciente, en lugar de implantes o prótesis.
aquellas en las que se emplean tejidos de la propia paciente, en lugar de implantes o prótesis.
La intención primaria de un tratamiento con radiación o quimioterapia es el control de la enfermedad. Solo que también sabemos los efectos psicológicos que tiene este tipo de enfermedad en quienes la padecen.
Y uno de ellos es el papel de la estética corporal. Esta juega un lugar primordial en el manejo del cáncer de mama, sus tratamientos y subsiguientes cirugías de reconstructiva mamaria.
Estas consideraciones hacen que se analicen meticulosamente todos los asuntos concernientes a la seguridad de la cirugía mamaria. Entre ellos: una mastectomía menos radical, la posible diseminación de células malignas en la zona quirúrgica localizada y el retraso del tratamiento coadyuvante de la enfermedad.
En la clínica Dr. Sesma, los resultados de la reconstrucción mamaria son satisfactorios. Aunque algunos estudios sostienen que al asociar radioterapia estos resultados pueden empeorar, especialmente al administrar la radiación tras la cirugia de reconstructiva mamaria. Por lo que se recomienda una reconstrucción diferida si la paciente va a recibir de nuevo quimio o radioterapia.
También está establecido que cuando se procede a una reconstrucción inmediata, los mejores resultados se obtienen con el empleo de tejido autólogo, es decir, el propio de la paciente.
En general, las pacientes sometidas a reconstrucción autóloga luego de una quimioterapia, también enfrentan riesgos postoperatorios, como: necrosis grasa, fibrosis, atrofia y contractura del colgajo.
Y, por otra parte, las pacientes con implante mamario que reciben quimioterapia o radiación pueden sufrir de contractura capsular, dolor, fibrosis, necrosis de piel, infección, y dificultades en la cicatrización, entre otras.
