Intervención quirúrgica encaminada a reposicionar los tejidos de la cara y el cuello tensando los músculos que se han vuelto flácidos y retirando el exceso de piel gracias a unas incisiones hechas en las regiones prearicular, retroauricular y occipital.
Muchas personas descuidan la apariencia de su cuello; sin embargo, el cuello es uno de los primeros lugares donde los signos de la edad comienzan a mostrarse. Además, el daño solar o la pérdida extrema de peso pueden contribuir a que la piel del cuello de una persona se vea suelta, caída y envejecida. Si bien tomamos medidas importantes para preservar o mejorar la apariencia de nuestra piel facial, es igualmente importante tender al cuello. Si la piel del cuello parece haber perdido su elasticidad natural y caídas, o si hay un exceso de piel o grasa que desea eliminar, existen varias soluciones excelentes disponibles, incluida la cirugía de lifting del cuello. Solo un cirujano plástico calificado puede realizar una cirugía de lifting del cuello y puede ayudarlo a lograr un cuello liso, delgado y de aspecto juvenil. Es importante conocer todos los hechos antes de decidir si la cirugía de lifting de cuello es adecuada para usted.
La cirugía de lifting de cuello es uno de los procedimientos más transformadores en medicina estética. Al eliminar el exceso de piel y depósitos de grasa del área del cuello y posiblemente reestructurar el músculo subyacente, un cirujano plástico calificado puede rejuvenecer dramáticamente la apariencia del paciente. El procedimiento, en sí mismo, es uno de los más seguros y confiables en cirugía plástica. De hecho, con los avances logrados en la tecnología quirúrgica en la última década, la cirugía moderna de lifting del cuello se puede realizar con incisiones mínimas y cicatrices al tiempo que produce resultados de aspecto excepcionalmente naturales.
Si estás interesado en la cirugía de lifting del cuello y deseas saber si eres un buen candidato para el tratamiento, debes reunirte con un cirujano plástico calificado para una consulta. Los candidatos ideales incluyen hombres y mujeres, de 40 a 80 años de edad que desean corregir distintos tipos de problemas estéticos en su cuello.
El candidato ideal para lifting de cuello es alguien cuya piel todavía tiene cierta elasticidad y que tiene expectativas realistas para la cirugía. El paciente también debe gozar de buena salud física y perder al menos una semana de actividad normal.
Un buen candidato para lifting de cuello también debe tener la piel lo suficientemente elástica como para poder soportar una buena cantidad de estiramientos. Debido a que se corta el exceso de piel y se aprieta el resto, la piel no se puede enseñar demasiado o se puede adelgazar, lo que hace que los más jóvenes y algunas personas mayores no puedan realizar el procedimiento.
Un lifting facial es la forma más extensa de eliminar o reducir la aparición de arrugas y la caída de la cara causada por la edad. En un lifting facialtradicional, la piel se levanta literalmente de la cara para que la piel y los tejidos que están debajo se puedan tensar y la piel pueda recolocarse suavemente sobre la cara.
Tener un lifting facial puede hacer que su rostro parezca más joven y saludable. Tu cara seguirá envejeciendo, pero un lifting facial realmente “te quitará años” de la cara. Para algunas personas, esto puede aumentar la confianza en uno mismo y reducir la ansiedad en lugar de envejecer.
Un lifting facial puede reducir los signos del envejecimiento en gran medida. Pero no puede revertir el daño solar en la piel o eliminar todas las arrugas faciales alrededor de los ojos, debajo de la nariz y alrededor de los labios. Para obtener los mejores resultados, es posible que desees hacerte una cirugía estética y luego tratar cualquier daño en la piel.
El lifting facial (de la cara) o cervical (del cuello) pueden realizarse por separado pero en un gran número de ocasiones es preciso tratar simultáneamente ambas regiones para conseguir un rejuvenecimiento global. Igualmente, otros procediemientos como la blefaroplastia, la remodelación facial mediante Lipoestructura®, o el tratamiento de la región frontal mediante la inyección de toxina botulínica (Vistabel®, comúnmente conocido como Botox®), pueden asociarse en el mismo gesto o de manera diferida para optimizar el resultado.
En cualquier caso dicha intervención se realiza bajo anestesia general, exigiendo una hospitalización de al menos 24 horas. El tiempo quirúrgico para cada uno de ellos por separado es de 120 minutos aproximadamente y para el lifting cervico-facial completo oscila en torno a las 3 horas y media.
En lo referente al postoperatorio, en el momento de recibir el alta clínica, la paciente lleva una faja de compresión (mentonera) en cara y cuello y por espacio de siete a diez días. La presencia de inflamación en las regiones tratadas es muy frecuente y ésta remite en la primera semana. Los hilos de sutura se retiran a los diez días, momento en que retiramos la compresión.
Es importante resaltar que, como cualquier cirugía de grandes colgajos, este procedimiento presenta riesgos importantes en pacientes que sean fumadores, por lo que para poder someterse a dicha intervención resulta imprescindible un replanteamiento del tabaquismo durante las semanas previas y posteriores a la misma.
Es importante evitar fumar e incluso el humo de segunda mano durante 2 a 4 semanas antes y después de la cirugía. El humo del tabaco aumenta el riesgo de muerte de la piel y los tejidos y retrasará el proceso de curación de su cara y empeorará las cicatrices.
La hinchazón, los moretones y las molestias que se producen después de la cirugía son más graves los primeros dos o tres días después de la cirugía.
En el transcurso de la próxima semana, estos efectos secundarios deberían comenzar a desvanecerse. Dos semanas después de la cirugía, la mayoría del dolor, los hematomas y la hinchazón desaparecieron, y los pacientes comenzarán a notar los resultados de la cirugía. La hinchazón restante podría demorar hasta tres meses en reducirse.
La mayoría de las personas puede regresar a sus actividades normales de 2 a 3 semanas después de un lifting facial o de cuello.